Papiloma plantar (verruga): qué es, por qué aparece y cómo tratarlo desde la podología clínica

Ejemplo clínico de papiloma o verruga plantar tratado en consulta podológica

¿Notas una dureza en la planta del pie que te duele al caminar o se resiste a desaparecer? Podría no ser una simple callosidad. El papiloma plantar, conocido coloquialmente como verruga, es una lesión vírica frecuente que puede confundirse fácilmente con un heloma. En este post te contamos cómo diferenciarlo, cuándo acudir al podólogo y qué tratamientos son más eficaces.

¿Qué es un papiloma plantar?

El papiloma plantar, o verruga plantar, es una lesión causada por el virus del papiloma humano (VPH), que penetra en la piel a través de pequeñas grietas o heridas. Este tipo de verrugas aparece con frecuencia en la planta del pie, sobre todo en zonas de presión como el talón o la parte anterior del metatarso. En podología clínica es una de las consultas más habituales junto a otros problemas como la fascitis plantar.

¿Por qué aparece y cómo se contagia?

Se contagia por contacto directo, especialmente en lugares húmedos y cálidos como piscinas, gimnasios o duchas comunes. El virus puede permanecer latente durante semanas antes de que aparezca la lesión. Por eso, es importante extremar las precauciones si se frecuentan zonas de riesgo. Si quieres saber más sobre prevención podológica, puedes consultar nuestros consejos para cuidar tus pies todo el año.

¿Cómo se diferencia de un callo o dureza?

A simple vista pueden parecer lo mismo, pero el papiloma tiene signos característicos:

  • Dolor a la presión lateral, no solo directa.

  • Presencia de pequeños puntos oscuros (capilares trombosados).

  • La piel puede tener un aspecto rugoso o en mosaico.

En cambio, los callos (helomas) tienen un núcleo definido y duelen más al presionar directamente. Si quieres profundizar en este tema, te recomendamos nuestra guía sobre durezas y helomas.

Tratamiento podológico del papiloma

No todos los papilomas desaparecen solos. En clínica podológica utilizamos diferentes técnicas, dependiendo de la edad del paciente, tamaño de la lesión y localización:

  • Aplicación de ácidos queratolíticos.

  • Crioterapia (congelación).

  • Electrocoagulación o cirugía menor ambulatoria.

  • Técnicas de estimulación inmunológica local.

Es fundamental un diagnóstico certero y tratamiento adecuado. Puedes ver cómo trabajamos en nuestra unidad de podología o pedir cita directamente con nuestro equipo.

Prevención: ¿Cómo evitar el contagio?

  • Usa chanclas en duchas y vestuarios públicos.

  • Seca bien los pies, especialmente entre los dedos.

  • No compartas toallas o calzado.

  • Revisa regularmente tus pies, especialmente si practicas deporte o estás en contacto frecuente con zonas húmedas.

¿Tienes un papiloma plantar?

No lo dejes pasar. Cuanto antes se trate, más eficaz será el tratamiento y menos riesgo tendrás de contagiar a otras zonas del pie (o a otras personas).

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Bibliografía científica:

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  3. Nischal KC, Khopkar U. Warts: Clinical presentation and management. Indian J Dermatol Venereol Leprol. 2005;71(4):235–238.

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