Los sabañones en los pies: Todo lo que debes saber sobre esta afección

Sabañones y cómo tratarlos

Sabañones y cómo tratarlos

 

Cuando llega el invierno, no solo el frío nos afecta a nivel general, sino que nuestros pies también pueden ser vulnerables a condiciones incómodas y dolorosas, como los sabañones. Aunque muchas personas los confunden con simples molestias por el frío, los sabañones son una condición médica que merece nuestra atención.

Si alguna vez has tenido los pies rojos, hinchados, y doloridos después de haber estado expuesto al frío, puede que hayas sufrido de sabañones. En este artículo te contamos qué son, por qué se producen y cómo tratarlos y prevenirlos. ¡Sigue leyendo!

 

¿Qué son los sabañones?

Los sabañones (también conocidos como eritema pernio) son una inflamación de los vasos sanguíneos pequeños de la piel, generalmente en las manos y pies, que ocurre cuando el cuerpo experimenta cambios bruscos de temperatura. Es una reacción anormal de la piel ante el frío y la humedad.

 

Causas de los sabañones

Los sabañones se producen cuando las extremidades (pies, manos, orejas) se exponen al frío y, posteriormente, se calientan rápidamente. Este proceso provoca que los vasos sanguíneos se dilaten de manera excesiva, lo que provoca que la sangre no circule correctamente en las zonas afectadas. Como resultado, la piel se inflama y se enrojese, apareciendo los típicos sabañones.

Algunas de las causas más comunes son:

  • Exposición al frío: Estar mucho tiempo con los pies fríos, especialmente en ambientes húmedos, puede desencadenar la aparición de sabañones.
  • Circulación deficiente: Las personas con problemas circulatorios son más propensas a sufrir sabañones.
  • Tejidos y calzado inadecuado: Usar calzado que no permita la ventilación del pie o ropa demasiado ajustada puede favorecer la aparición de sabañones.
  • Falta de protección en invierno: No abrigar adecuadamente los pies con calcetines o zapatos adecuados durante el frío puede ser un factor determinante.

Síntomas de los sabañones

Los sabañones se presentan con varios síntomas característicos. Estos son los más comunes:

  • Enrojecimiento de la piel: La zona afectada, generalmente los pies, se pone roja o morada debido a la inflamación de los vasos sanguíneos.
  • Hinchazón: Los pies pueden hincharse, volviéndose dolorosos al tacto.
  • Picor y ardor: Es común sentir picazón intensa, acompañada de ardor, en las zonas donde se desarrollan los sabañones.
  • Úlceras o ampollas: En casos más graves, pueden formarse pequeñas ampollas o úlceras en la piel, lo que agrava la condición.

Es importante que, si notas que los sabañones no desaparecen o empeoran con el tiempo, acudas a un podólogo para recibir un diagnóstico adecuado.

¿Cómo prevenir los sabañones en los pies?

La prevención de los sabañones es clave para evitar sufrir sus molestias y complicaciones. Aquí te dejamos algunos consejos prácticos:

1. Mantén los pies abrigados

  • Usa calcetines de lana o materiales térmicos que retengan el calor, pero que permitan la transpiración.
  • Elige zapatos cerrados y aislantes del frío que protejan tus pies de las bajas temperaturas. Evita los calzados demasiado ajustados que impidan la circulación.

2. Evita cambios bruscos de temperatura

  • Evita sumergir tus pies en agua caliente inmediatamente después de haber estado en un ambiente muy frío. Los cambios rápidos de temperatura pueden empeorar la condición.

3. Mejora la circulación sanguínea

  • Mantén una buena circulación en tus pies, realizando movimientos de estiramiento, y masajes suaves en las piernas y pies.
  • Si tienes problemas de circulación, considera consultar a un especialista para recibir tratamiento adecuado.

4. Seca bien los pies

  • Después de mojarte, seca bien tus pies, especialmente entre los dedos, para evitar que la humedad favorezca la inflamación de los vasos sanguíneos.

Tratamiento de los sabañones

Si ya has desarrollado sabañones, hay varias formas de tratar y aliviar los síntomas:

1. Aplicación de cremas o pomadas

  • Existen cremas antiinflamatorias que pueden ayudar a reducir la hinchazón y el enrojecimiento. Los productos que contienen hidrocortisona o calamina son útiles para calmar la picazón y la inflamación.

2. Baños de agua tibia

  • Los baños de agua tibia (nunca caliente) pueden ser útiles para aliviar el dolor y reducir la inflamación. Agregar un poco de sal de Epsom o aceites esenciales como el de lavanda puede mejorar la sensación de alivio.

3. Evitar rascado y presión

  • Si tienes sabañones, es importante evitar rascarse, ya que esto puede causar infecciones. Mantén la piel hidratada y evita presionar la zona afectada.

4. Consultar a un podólogo

  • En casos más graves, o si los sabañones no mejoran con tratamientos caseros, lo mejor es consultar a un podólogo. En algunas ocasiones, los sabañones pueden necesitar un tratamiento más específico, como la prescripción de medicamentos.

¿Cuándo debes preocuparte por los sabañones?

Aunque los sabañones son, en la mayoría de los casos, una afección benigna que se puede tratar con cuidado, hay situaciones en las que deberías buscar ayuda profesional:

  • Infección: Si notas que la piel se pone más roja, inflamada, caliente al tacto o comienza a supurar, puede ser una señal de infección.
  • Persistencia de los síntomas: Si los sabañones no mejoran o se repiten con frecuencia, es importante evaluar posibles problemas subyacentes, como circulación deficiente o trastornos inmunológicos.

Conclusión

Los sabañones en los pies son una molestia común durante los meses más fríos, pero con medidas preventivas adecuadas y un tratamiento oportuno, puedes evitar que se conviertan en un problema mayor. Mantener los pies bien abrigados, cuidar la circulación y evitar cambios bruscos de temperatura son clave para prevenirlos.

Si los sabañones ya han aparecido, recuerda que existen tratamientos que pueden aliviar el dolor y la incomodidad. No dudes en consultar a un podólogo si necesitas ayuda o si los síntomas persisten.

Recuerda que la salud de tus pies es fundamental, especialmente durante el invierno, ¡así que cuídalos y protégelos!

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